Visitar Guimarães

Recorrer el Norte de Portugal nunca estará completo sin visitar una de las ciudades portuguesas con más historia, Guimarães, cerca de Oporto y Braga. Sienta la fascinación y absorba un milenio de historia en el camino de la ciudad, cuyas raíces se remontan a la Edad del Cobre, entre el Neolítico y la Edad del Bronce (c. 5000-c. 1000 a.C.).

Considerada La Cuna de la Nación, explore Guimarães, cuna del primer rey portugués, que combina a la perfección la antigua villa medieval con la ciudad moderna sin perder su esencia. Pasee por sus calles y callejuelas y observe siglos de arquitectura, toda ella muy bien conservada. Los amantes del turismo cultural e histórico sentirán allí una fascinación incomparable.

Algunas visitas son obligadas en Guimarães, empezando por su Centro Histórico. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, el Centro Histórico de Guimarães merece una presencia con tiempo para apreciar cómo ha pasado el tiempo y lo bien conservado que está. Formado por edificios, plazas y calles, el Centro Histórico de Guimarães ofrece arte, arquitectura e historia para contemplar el desarrollo de la arquitectura portuguesa en relación con los materiales y técnicas de construcción desde el siglo XV hasta el XIX. Este animado Centro sigue siendo un lugar apreciado tanto por los lugareños como por los visitantes.

El Monte da Penha, a 617 metros de altitud, ofrece al visitante una zona verde de 60 hectáreas donde podrá experimentar un patrimonio natural único y una combinación perfecta de religión y naturaleza para su bienestar espiritual. Construido predominantemente con granito de la región, el Santuario de Nossa Senhora da Penha se integra de forma natural en el paisaje. Además de las vistas, hay mucho por descubrir: peñascos, cuevas, ermitas, senderos, fuentes y cursos de agua, merenderos y miradores, siempre rodeados de un magnífico paisaje. El teleférico que une Guimarães con el Monte da Penha fue el primer teleférico de Portugal. Imagine la increíble vista que se extiende hasta el mar. Sienta la tranquilidad, el ocio y la recompensa de una gran panorámica.

Otro monumento ineludible es el Castillo de Guimarães. Construido en el siglo X por la condesa Mumadona, era un punto de defensa contra los ataques musulmanes. La estructura original fue demolida por orden de los condes D. Henrique y D. Teresa de Leão. En su lugar, erigieron una torre del homenaje que se convirtió en el hogar de la pareja. Varias reformas a lo largo de los siglos presentan hoy la casa natal y de bautismo de D. Afonso Henriques, primera residencia real y escenario de muchas batallas y defensas en el Norte de Portugal.

Un magnífico ejemplo de arquitectura señorial del siglo XV y famoso lugar turístico es el Palacio de los Duques de Braganza, en Guimarães. Construido a petición de D. Afonso, I Duque de Braganza, sirvió también como residencia. En el siglo XIX, se utilizó como cuartel militar. Hoy es un museo y la residencia oficial del Presidente de la República Portuguesa. En el museo, deléitese con hermosas salas y piezas que los amantes del arte y la historia nunca olvidarán.

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