Catedral de Oporto - Sé do Porto

Situada en el centro histórico de Oporto y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Sé do Porto, o Catedral de Oporto, es un excelente punto de partida para explorar la ciudad y adentrarse en la historia de la fundación de la nación. En 1120, D. Teresa donó la villa medieval de Oporto y aportó fondos a la Diócesis de Oporto. El obispo D. Hugo aprovechó la oportunidad para iniciar la construcción de la Sé do Porto, una catedral, y las murallas protectoras que la rodean en el siglo XII. La finalización de esta magnífica obra de arte religiosa tuvo lugar en el siglo XIII.

D. Afonso Henriques, primer rey de Portugal e hijo de D. Teresa, reconoció la necesidad de apoyar a la Iglesia para alcanzar el trono, ya que la Santa Sede era la única autoridad capaz de conceder la creación de nuevos reinos. En consecuencia, D. Afonso financió la construcción de catedrales e iglesias, destacando la Sé do Porto como ejemplo más notable. La catedral está situada en un punto elevado, lo que la hace visible desde todos los puntos de la ciudad.

La Sé inicial se construyó en estilo románico, que aún se aprecia en los gruesos muros, las pequeñas aberturas y las formas geométricas. Concebida como una iglesia fortaleza con dos campanarios, la Sé do Porto posee un sorprendente rosetón en su fachada principal. A lo largo de los siglos, sufrió varias renovaciones que dieron lugar a la incorporación de diversos estilos artísticos, como el gótico, el manierista y el barroco. Los notables claustros góticos se añadieron en el siglo XIV, junto con la capilla funeraria gótica del caballero João Gordo. El Palacio Episcopal se encuentra junto a la Catedral.

En el siglo XVIII, Sé do Porto experimentó otra transformación con la aparición de la arquitectura barroca. El arquitecto, pintor y escultor italiano Nicolau Nasoni llegó a Oporto en 1725 para pintar frescos en la sacristía y en los ventanales que rodean el altar mayor. Los azulejos del claustro gótico y de la galería lateral, construidos en 1736, también son obra suya. A Nicolau Nasoni se debe el retablo de plata del lado izquierdo, que muestra la grandeza del estilo barroco.

Nicolau Nasoni se enamoró de Oporto, se convirtió en residente y desempeñó un papel importante en la configuración de la estética de la ciudad. Entre sus obras destacan la famosa Torre de los Clérigos, la Iglesia de los Clérigos, donde está enterrado el artista, y la Fuente de San Miguel, situada cerca de la Sé.

En el siglo XV, concretamente en 1492, llegaron a Oporto las reliquias de São Pantaleão, que se convirtió en el primer patrón de la ciudad durante los cinco siglos siguientes. Algunos pueden creer que San Juan es el patrón, ya que la ciudad acoge un gran evento y una celebración tradicional en su honor el 24 de junio. Sin embargo, la verdadera patrona desde 1981 es Nossa Senhora da Vandoma, con una estatua en la Catedral, en el lado izquierdo, cerca del altar de plata. Todos los años, el 11 de octubre, se celebra a la santa con solemnidad litúrgica.

Se dice que la Catedral de Oporto alberga ciertos tesoros de acceso exclusivo para los visitantes.