Amadeo de Souza-Cardoso: pionero del arte moderno en Portugal

19 de marzo de 2024

Amadeo de Souza-Cardoso, nacido en Amarante, en la localidad de Manhufe, en noviembre de 1887, es hoy reconocido como uno de los artistas de vanguardia más destacados de principios del siglo XX. Su legado se entrelaza con movimientos como el cubismo, el futurismo y el expresionismo, alcanzando en muchos momentos, y de forma sostenida, un nivel equiparable al del arte internacional de primera fila de su época.

Retrato en blanco y negro de Amadeo de Souza-Cardoso, destacado artista de vanguardia de principios del siglo XX

Retrato de Amadeo de Souza-Cardoso, cuya obra innovadora sigue inspirando a los visitantes del Museo Amadeo de Souza-Cardoso de Amarante, Portugal.

El camino de Amadeo le llevó primero a Lisboa, cuando en 1908 asistió a la Real Academia de Bellas Artes de Lisboa. Fue aquí, sorprendentemente, donde se adentró en la arquitectura, de donde surgieron sus primeras caricaturas, las primeras huellas de su actividad artística y de su legado. A los 19 años se marchó a París, donde confluía gran parte de la comunidad artística de la época, abrazando las rupturas tan diferentes de lo que había dejado atrás y permaneciendo allí durante ocho años. Fue durante este periodo cuando Amadeo estableció y perfeccionó todas sus habilidades, así como sus visiones artísticas. Cuando se instaló en el barrio de Montparnasse, famoso lugar de encuentro de intelectuales y artistas, entró en contacto con otros artistas portugueses residentes en París, como Francisco Smith, Eduardo Viana y Emmerico Nunes. En 1909 asistió a las clases del pintor Anglada-Camarasa en la Académie Vitti y más tarde en las Academies Libres, y en 1910 entabló una fuerte y duradera amistad con Amedeo Modigliani, Constantin Brancusi y Alexander Archipenko. En 1911 se inauguró en su estudio una exposición conjunta en la que el artista portugués expuso algunos de sus dibujos. Entre los visitantes de esta exposición se encontraban varias figuras de la élite intelectual y artística de París, como Pablo Picasso y Guillaume Apollinaire. Cabe señalar también que fue en 1907 cuando conoció a Lucie Meynardi Pecetto, con quien se casó siete años más tarde.

La interacción con las vanguardias de principios del siglo XX será el motor de la obra de Amadeo, donde podemos ver en sus cuadros alusiones al sol, la montaña, los molinos de agua y los molinillos, las dianas de feria, las canciones, los títeres y las figuras populares. Aunque estaba en París, siempre acababa extendiendo el legado de su Portugal natal, al que a menudo se refería como «el Portugal prodigioso, el país supremo para los artistas».

Fue a los 31 años cuando Amadeo nos dejó, como consecuencia de las complicaciones derivadas de la pandemia de gripe española, que en 1918 puso fin abruptamente a una obra pictórica madura y a una prometedora carrera internacional aún en ciernes. Con este enorme y valioso legado, Amadeo de Souza-Cardoso es considerado hoy uno de los artistas más influyentes de la historia del arte moderno en Portugal. Se le aprecia por su innovación estilística y por su contribución a la introducción de las corrientes modernistas en el arte portugués. Para profundizar y descubrir mejor toda esta obra que ha llegado hasta nuestros días, nada mejor que visitar el Museo Amadeo de Souza-Cardoso, una institución cultural situada en Amarante, Portugal, dedicada a preservar y exponer las obras del artista.